Margo Dydek.

Margo Dydek, la baloncestista más alta del mundo (2,18m), ha falleció ayer después de estar en coma inducido desde el pasado jueves 19 de mayo debido a un infarto de miocardio, según informó el Ros Casares Valencia, su último club en España. La jugadora, que estaba embarazada, ha permanecido ingresada en el hospital de Brisbane (Australia), localidad en la que vivía junto a su familia, tras sufrir un ataque al corazón. Dydek, de 37 años, jugó en el Ros Casares la temporada 2006-2007 y actualmente trabajaba como entrenadora del Northside Wizards en la Queensland Basketball League australiana. La deportista polaca, nacida en Varsovia, fue seleccionada como número 1 del draft de la WNBA en 1998 por Utah, temporada en la que promedió 12,9 puntos, 7,6 rebotes y 3,6 tapones por partido. Además de jugar en el Utah Starzz, la jugadora polaca también disputó la liga estadounidense en las filas de San Antonio, Connecticut y Los Angeles. Y tenía el récord de tapones en la WNBA, con 877 en 323 partidos: lideró la competición en este apartado en nueve ocasiones, desde 1998 a 2003 y de 2005 a 2007.
"Es normal que la gente se quede mirándome. Sé que es algo que me pasará toda la vida. Al principio se burlaban de mí, pero me propuse que no me vieran como una chica alta, sino como una jugadora de baloncesto", contaba Margo. Con 12 años ya medía 1,80m. Luego salió en el show de Jay Leno por su tamaño y fue elegida la número uno del draft de la NBA; fue nombrada la mejor europea en 1999 y batió el récord de tapones en la NBA.

En España ganó dos Ligas y dos Copas y fue subcampeona de la Euroliga con el Pool Getafe. Y en el verano de 2006 cambió el Ekaterinburgo, ruso, por el Ros Casares Valencia, con el que ganó la Liga y la Copa de la Reina, además de otro subcampeonato europeo. Un año después, dejó el equipo precisamente tras quedarse embarazada.
Pese a su imponente estatura, no todo fue fácil para Large Marge. "La gente piensa: Oh, para ti es muy fácil, estás muy cerca del aro. No saben que algunos árbitros me decían que no me iban a pitar faltas porque las pequeñas estaban en desventaja. Me pitaban en contra sin casi moverme. Me molestaba mucho", contaba Margo. Dydek diseñaba su propia ropa a medida o la compraba en Internet o tiendas especiales.