Ayer tuvimos la primera clase de Educación Física de este año. Ya que vamos a tener que empezar a hacer ejercicios de improvisación, esta clase nos sirvió para romper un poco el hielo. Comenzamos con un ejercicio que consistía en intentar repetir los mismos movimientos que improvisaba tu compañero. El siguiente ejercicio era igual solo que en grupos de 4 personas. Y el último ejercicio fue sin duda el más divertido. Jorge puso el tablón de anuncios que había robado del pasillo de 1º de la ESO y una colchoneta, dejando en medio un pequeño espacio que llamamos tránsito. Mientras todos estábamos sentados el profesor comenzó a improvisar en ese pequeño espacio y luego se sentó con nosotros esperando a que alguno se atreviera a salir. Al principio todos teníamos vergüenza pero poco a poco se fue animando la gente y comenzó a salir, improvisando cosas a partir de unas simples llaves o haciendo lo que les venía a la cabeza en ese momento. A mí, al igual que a muchos otros, me daba mucha vergüenza salir, de hecho solo salí una vez, pero espero perder esa vergüenza y poder soltarme como los demás compañeros. La verdad es que me he reído mucho en esta clase porque han salido cosas muy graciosas, tanto que al final de la clase nadie nos queríamos ir. En esa clase nos dimos cuenta que imporvisar es lo más fácil del mundo, solo tines que ser tu mismo, y yo pienso que aunque esto parezca una tontería en un futuro nos puede servir de mucho, para perder ese miedo a hablar o a hacer cualquier cosa en público.
buena reflexión, pero no te pases con el pobre Jorge, que solo ha "tomado prestado" el tablón...
ResponderEliminarGracias jajaja.
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